Pros y contras de escuchar música mientras estudias

Conoce cómo interviene la música en los procesos cognitivos.

 Pros y contras de escuchar música mientras estudias

 

La música es una actividad que se vincula estrechamente con la vida del ser humano, al punto que la combinación y ausencia de sonidos que la conforman están presentes en el medio que nos rodea e, incluso, en el interior, en el propio latido del corazón. 

Cuando le damos un orden específico a los sonidos, somos capaces de generar ritmos y melodías que catalogamos como música. La potencia musical es tal en la vida del ser humano, que actualmente se cuenta con investigaciones y hallazgos en áreas como neurología, psicología y biología sobre el impacto que tiene en las reacciones emocionales y de comportamiento, ya que posee una gran influencia en el desarrollo cognitivo, en el estímulo de nuestra inteligencia e incluso en la salud. 

John Sloboda y Patrik Juslin, psicólogos británicos, relacionan el impacto y repercusiones de la música en el ser humano con el factor de la sorpresa; consideran que esta, así como la música, generan una respuesta en nuestro comportamiento emocional. De acuerdo con estos especialistas la música tiene el mismo potencial que la sorpresa, ya que las melodías se construyen a partir de estructuras que son sencillas de identificar por el ser humano, y estas se mezclan con variaciones sonoras que remiten al asombro, por lo cual son capaces de mantener la atención y modificar la base emocional de los individuos. 

La forma en la que funciona la sorpresa y la música es similar a la manera en que se emplea el asombro en los métodos o estrategias educativas, donde al irrumpir el proceso del aprendizaje mediante un elemento no esperado por el estudiante, su capacidad de retención aumenta, y es capaz de guardar y procesar mayor cantidad de información; de igual forma sucede en la estructura interna de la música, con una diferencia sutil que, casi sin percibirlo, nos ofrece la capacidad de recordar letras, ritmos y nombres de canciones. Esto abre la posibilidad de que al estudiar y escuchar música, la estructura de composición de la melodía active nuestro sistema de extrañamiento, ofreciéndonos la capacidad de retener más información y procesarla; mediante un proceso relacional de la música, el asombro y el estudio. 

Es tal la magnitud del poder de la música y las repercusiones que tiene en el cuerpo y vida del ser humano, que han surgido diversas especulaciones sobre las ventajas de usar, o no, la música para estimular a los estudiantes durante el tiempo que se dedican a estudiar. Algunas preguntas que surgen son: ¿Se puede usar cualquier tipo de música para estudiar?, ¿cuándo es el mejor momento para poner música durante el estudio?, ¿el volumen afecta la efectividad del estudio?, ¿es preferible escuchar sólo la melodía o incluir música con letra?, ¿el idioma afecta la concentración? Todos estos factores de duda son elementos que deben de ser considerados si lo que pretendemos es sacar provecho de la música en combinación con el estudio. 

Al ser la música el elemento capaz de configurar el comportamiento y las emociones, debemos evaluar el tipo de melodías que nos provocan alegría o tristeza, o cuáles se sincronizan con nuestros latidos y nos hacen sentir acelerados o tranquilos. La mayoría de las investigaciones proponen que la música idónea para el estudio es la clásica, aquella que recurre sólo a la melodía, con ritmos suaves que nos permitan relajarnos mientras estudiamos. 

En el video de esta nota hemos reunido una serie de recomendaciones que puedes considerar antes de usar la música como un elemento del entorno en el que estudias. Observa el video y reflexiona sobre cuáles son las melodías que tú elegirías para sacar el mayor provecho a tus estudios.

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