Por qué aprendemos más cuando nos divertimos

Aplica estrategias de enseñanza basada en el humor, para que los estudiantes aprendan de manera divertida.

Si les preguntaras a tus hijos o alumnos qué piensan sobre asistir a clases o estudiar, posiblemente su respuesta sea ‘es aburrido’; actitud que frecuentemente experimentan los jóvenes ante los temas relacionados con la educación. Pero, te has preguntado cuáles pueden ser las circunstancias por las cuales a los estudiantes les resulta molesto estudiar. ¿A qué crees que se deba?

Hay tres posibles razones que propician un ambiente de aprendizaje estresante o poco motivador para los alumnos: los modelos de educación tradicional, los métodos o estrategias de enseñanza en el aula y la formación que recibe el estudiante en el ambiente familiar; estos factores intervienen directamente en la actitud de los estudiantes ante la escuela. Al respecto, algunas instituciones educativas y docentes trabajan en el diseño de estrategias que promuevan el aprendizaje a través de actividades lúdicas y atractivas para los estudiantes.

Partiendo de que el cerebro aprende con mayor facilidad cuando las personas se encuentran motivadas, las estrategias que promueven la diversión durante el proceso de enseñanza-aprendizaje proponen realizar actividades que generen emociones positivas para ayudar al estudiante a crear vínculos afectivos con los temas que debe comprender y recordar.

A continuación encontrarás algunas sugerencias prácticas para crear un ambiente de aprendizaje que utiliza el humor como un medio para cambiar el estado de ánimo de los estudiantes, y de esta manera promover el aprendizaje.

Recurre a la risa
Crea un ambiente de estudio relajado. Cuando te equivoques en un tema, señálalo y ríete de la situación junto con tus alumnos. Esto ayudará a que disminuya el estrés y tus estudiantes enfrenten de mejor manera los temas que están por estudiar.

Rompe la tensión
Integra preguntas divertidas en los exámenes, estas pueden relacionarse con el contenido que estás evaluando o simplemente ayudar al estudiante a disminuir la tensión durante el examen.

Usa frases divertidas
Comparte frecuentemente con tus estudiantes frases divertidas o célebres que los diviertan y motiven a seguir aprendiendo.

Combate el estrés
Elige un día de la semana para que los estudiantes compartan chistes o anécdotas divertidas antes de iniciar las clases, o al finalizar el día; de esta forma disminuirá el estrés que les puedan causar las clases.  

Crea un día divertido
De ser posible, elige un día de la semana o del mes para que tus estudiantes asistan con objetos o vestimentas divertidas, que se relacionen con los temas que están estudiando, esto además de motivarlos, puede generar un aprendizaje significativo.

Pon en práctica estas y otras acciones para cambiar el modo de aprender de los estudiantes. Observa cómo al desarrollar un ambiente divertido en el aula, disminuye el estrés y aumenta el interés por aprender.

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