Consejos para reforzar el comportamiento positivo de los estudiantes en el aula

Conoce algunas sugerencias para mantener el control dentro del aula.

Hay un momento en la carrera profesional de todo maestro donde se presenta una situación que suele complicar, mas no imposibilitar, su labor: cuando se enfrenta con estudiantes que oponen resistencia a aprender. Estos casos se encuentran relacionados con la combinación de condiciones internas y externas al salón de clase.

Las condiciones internas se derivan de la convivencia de los estudiantes en grupos; por ejemplo, un estudiante es más propenso a adquirir una actitud negativa o de resistencia cuando se encuentra apoyado por un grupo; y en ocasiones no es así en lo individual. Esto se explica porque el estudiante se siente protegido dentro del grupo, y este espacio le brinda las condiciones para actuar tanto positiva como negativamente, dependiendo de cómo sea su interacción con otros estudiantes y con los maestros.

Las condiciones externas responden al comportamiento del estudiante fuera de clase, en espacios como la casa o la calle, donde se relaciona con familiares o amigos. En estos espacios la conducta del alumno se ve influenciada por las dinámicas de participación social, la precariedad, el estrés, el acoso, la inseguridad, entre otros factores.

Estas dos condiciones deben ser tomadas en cuenta por el docente, con el objetivo de encontrar las pautas que le permita crear estrategias que ayuden al estudiante a mejorar en el ámbito académico y en el personal. Indagar el espacio externo de un estudiante le permitirá al docente identificar las condiciones sociales y culturales que influyen en su comportamiento, mientras que analizar el espacio interno le permitirá conocer la dinámica grupal que refuerza las actitudes positivas y negativas dentro del aula.

Las principales y más peligrosas consecuencias de que los estudiantes opongan resistencia a participar de manera positiva en el aula van desde el contagio de una actitud negativa hacia el resto del grupo, el retraso del grupo para aprender los temas programados, la disminución del entusiasmo grupal por aprender, hasta la expulsión de los estudiantes que originan y replican estas conductas.

El más ligero indicio de una actitud negativa siempre debe ser un foco rojo para el maestro, y ante ello es importante indagar los elementos y las condiciones de vida del estudiante que ayuden a identificar el origen de su comportamiento, para generar algunas estrategias que mantengan estas situaciones bajo control.

Antes de comenzar un ciclo escolar, además de preparar los temas y las presentaciones, piensa en el recinto escolar donde impartes clase, cuál es la situación socioeconómica de los estudiantes, y comenta con colegas sobre los antecedentes de posibles problemas en el grupo. Si analizas esta información de manera previa podrás pensar y actuar rápidamente cuando se presente una situación de comportamiento negativo en clase.

Observa el video de esta nota breve para que conozcas algunas recomendaciones para manejar casos en los que el estudiante se resista a aprender. Recuerda que lo más importante es no abandonarlo; comprender la causa de su comportamiento te ayudará a crear un plan para enfrentar los desafíos, además de que te permitirá adquirir experiencia para guiar a estudiantes que posteriormente muestren un comportamiento similar.

¿Te gustó este artículo?