Razonamiento verbal

  • Ejercicio

En este intento has obtenido

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Instrucciones: Responde las siguientes preguntas.

  • Identifique el hecho que se obtiene de la lectura.


    Las hormonas sexuales y el cerebro


    Los hombres y las mujeres pensamos, sentimos y actuamos diferente, pero ¿por qué? Se sabe, aunque no siempre lo comprendemos en nuestra vida diaria, que el cerebro de una mujer es distinto al de un hombre. Así, por ejemplo, en el hipotálamo (zona del cerebro que regula una gran cantidad de procesos fisiológicos, entre otros, el control de la temperatura y el del ciclo sueño-vigilia), hay regiones que participan en la conducta sexual cuyo tamaño, cantidad de células o las sinapsis (estructuras de comunicación entre dos neuronas) que establecen son diferentes en individuos de un sexo o de otro, lo cual repercute en la vida de todos nosotros.

    Estas diferencias se basan en un fenómeno muy interesante, conocido como diferenciación sexual del cerebro, en el que la participación de las hormonas sexuales es fundamental.


    Ignacio Camacho Arroyo


  • Lee el texto y responde de la pregunta

    El contador de cuentos

    -¿De dónde sacas tus cuentos?
    -Del pozo
    -¿Del pozo?
    -Sí, del pozo. Del fondo del pozo. Están revueltos con el agua, con las ranas y con las estrellas; pero hay que saber sacarlos...
    El contador de cuentos guarda silencio de enigma. Sentado sobre los adobes de la barda y balanceando al aire sus piernas de barro, mira de reojo a “la preguntona”.
    "La preguntona", es una niñita frágil, como de cera blanca: y crédula.
    El contador de cuentos sabe la importancia que sus embustes le han ganado entre la chiquillería de Palo Verde. Al final de los días, cuando empieza a parpadear la tarde, él se sienta en la barda que marca una raya paralela entre la milpa y el camino. Allí van todos los niños del pueblo a embaucarse con el milagro de su fantasía, plagada de campanas, de príncipes malos y de mendigos santos; de coyotes, de nahuales y de brujas.
    -Sabes- dice, como haciendo a “la preguntona” la merced de confiarle un secreto-. El pozo dice sus cuentos en las noches.
    Cuando hay luna es cuando se pueden sacar los más bonitos.
    -¿Y cómo los sacas?
    -¡Pues… nada! Me siento en el brocal y meto la cabeza dentro. Allí me estoy quietecito, mirando para abajo y escuchando, escuchando. Luego de estar así un rato puedo oír lo que el pozo dice…
    El auditorio contiene la respiración para que no se escape ni una sola de las palabras que el embustero hilvana.

    Carmen Báez

    En la oración “La preguntona” es una niñita frágil, como de cera: blanca y crédula, encontramos una relación...

  • Ordene la secuencia de los acontecimientos.

    1. Albert Einstein murió a los 76 años por causa de un aneurisma cerebral que estalló en abril de 1955. Este padecimiento consiste en el debilitamiento de las paredes de un vaso sanguíneo (vena o arteria), que se ensancha conforme bombea la sangre y finalmente estalla, causando una hemorragia que, en muchos casos, es mortal.
    2. Cuenta la historia que de manera previsora Albert Einstein había solicitado a su amigo, el doctor Harry Zimmerman, que su cuerpo se trasladara al Hospital de Princeton, Nueva Jersey, donde el propio Zimmerman se haría cargo de la autopsia y la incineración del cadáver. El médico, sin embargo, se sintió tan triste por la muerte de su amigo que pidió el apoyo de su colega Thomas Harvey.
    3. Lo que pocos sabían era que Harvey había cortado el cerebro en 240 pedazos en forma de dados, supuestamente para realizar estudios microscópicos. Sin tener conocimiento de ello algunos miembros de la comunidad científica se reunieron con Harvey, pero éste se negó a compartir el cerebro y fue despedido del hospital.
    4. Mientras realizaba la autopsia del cuerpo y a pesar de que no contaba con un permiso explícito por parte de la familia, Harvey decidió sustraer el cerebro del genio; lo midió con un compás, lo fotografió desde todos los ángulos posibles y lo sumergió en formol. Después, se fue tranquilamente a su casa con el cerebro de Einstein en dos frascos.
    5. Como podemos suponer, no pasó mucho tiempo antes de que estallara un escándalo en la familia Einstein y en la comunidad científica mundial. Se cuenta incluso que los herederos del gran genio se enteraron del asunto cuando leyeron la primera página de los periódicos que el cuerpo había sido cremado sin el cerebro.
  • Identifique la idea principal del texto.

    ¿Necesitas localizarme?

    El hombre que me vende jamón es la primera persona que se daría cuenta si estuviera muerta. La experiencia respalda esta afirmación.

    Cuando mi abuela murió inesperadamente hace tres años, me fui de París para asistir al funeral sin advertírselo a ninguno de los tenderos locales. Eso provocó que el vendedor de embutidos creyera que estaba muerta.

    Alarmado por mi ausencia continua, y consciente de mi ruta diaria de compras culinarias, fue de prisa con el encargado de la vinatería para ver si tenía noticias de mí.

    Catherine Down

  • Identifique el hecho histórico más relevante del texto.

    La tierra de Canaán

    Amílcar Barca habría sido el más grande guerrero cartaginés de la historia si no hubiese existido su hijo, pues Aníbal lo superó totalmente. Se trata del caso de un padre notable seguido por un hijo más notable aún, combinación sin par en la historia con excepción de Filipo de Macedonia y su hijo Alejandro Magno.

    Aníbal demostró ser el más grande conductor de ejércitos que haya dado cualquier de los pueblos que podían hacer remontar sus antepasados a la vieja tierra de Canaán. No era solo que fuese un genio militar de primer orden -pocos en la historia lo igualaron y ninguno, quizá, lo superó (ni siquiera Alejandro)-, sino que tenía también el don de conquistar el amor de sus soldados. Vestía y vivía como un oficial corriente; era valiente en la batalla, afrontaba fríamente los peligros y era capaz de resistir sin quejarse todas las privaciones de una dura campaña. Formó un ejército con los grupos más dispares, unidos solamente por su liderazgo, los condujo durante años a través de victorias y penurias, y nunca, en ningún momento, hubo el más leve asomo de rebelión contra él.

    Isaac Asimov