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Historia del pescador y el Ifrit
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Los murciélagos, ¿héroes o villanos?
En el siglo XIX y principios del XX, las grandes explotaciones (ranchos, estancias) de bovinos de Argentina, Brasil, México, Perú y Venezuela sufrían la pérdida de animales por una enfermedad que en Brasil llamaban peste das cadeiras, en México derriengue o derrengadera, y con otros nombres en distintos lugares. Los animales afectados por esta enfermedad fatal presentaban signos nerviosos como agitación, parálisis de los miembros posteriores que evolucionaba a parálisis generalizada, dificultad para respirar y deglutir, y respuesta exagerada a estímulos externos como luz, sonido, etcétera.
Sin embargo, en aquella época no se conocía el origen de esta enfermedad. No fue sino hasta los años treinta del siglo XX que los estudios de investigadores latinoamericanos como Queiros Lima (1934), de Brasil, demostraron fehacientemente que esta enfermedad, que diezma al ganado, no era otra sino la rabia, conocida hace milenios en el antiguo continente, pero que en este caso era transmitida por murciélagos hematófagos, además de perros, lobos o zorros.
En México, entre 1944 y 1945, el doctor Téllez Girón (1944) demostró que la enfermedad, conocida también en nuestro país con los nombres de huila, tronchado o renguera (dependiendo de la región) era igual a la peste das cadeiras del Brasil, y que correspondía a la rabia ancestral, como había descrito Queiros Lima. ¿Quién iba a decir en aquellas épocas que actualmente, en los albores del siglo XXI, contamos con evidencias de que la rabia tiene su origen precisamente en los murciélagos, y que de ahí pasó a los carnívoros terrestres, los animales que se describieron primero como la raíz de este mal?
Álvaro Aguilar Setién y Nidia Aréchiga
Identifique el resumen del texto.
Los griegos
Durante la Edad Micénica, las armas se hacían con la aleación de cobre y estaño que llamamos bronce. Los héroes de La Ilíada arrojaban lanzas con puntas de bronce contra escudos de bronce y esgrimían espadas de bronce, según la cuidadosa descripción de Homero. El bronce era a la sazón el metal más duro del que disponían los griegos, y el período en que se usó en la guerra es llamado la Edad de Bronce.
El hierro era conocido por entonces y los hombres comprendieron que se lo podía tratar de tal modo que fuera más duro que el bronce. Pero no se conocían métodos para obtener hierro de los minerales que lo contenían, de manera que el único hierro disponible provenía del ocasional hallazgo de hierro metálico en la forma de un meteorito. Por eso, los micénicos lo consideraban un metal precioso.
Isaac Asimov
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