Razonamiento verbal

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Instrucciones: Responde las siguientes preguntas.

  • Lea el texto y responda.


    Los murciélagos, ¿héroes o villanos?


    En el siglo XIX y principios del XX, las grandes explotaciones (ranchos, estancias) de bovinos de Argentina, Brasil, México, Perú y Venezuela sufrían la pérdida de animales por una enfermedad que en Brasil llamaban peste das cadeiras, en México derriengue o derrengadera, y con otros nombres en distintos lugares. Los animales afectados por esta enfermedad fatal presentaban signos nerviosos como agitación, parálisis de los miembros posteriores que evolucionaba a parálisis generalizada, dificultad para respirar y deglutir, y respuesta exagerada a estímulos externos como luz, sonido, etcétera.


    Sin embargo, en aquella época no se conocía el origen de esta enfermedad. No fue sino hasta los años treinta del siglo XX que los estudios de investigadores latinoamericanos como Queiros Lima (1934), de Brasil, demostraron fehacientemente que esta enfermedad, que diezma al ganado, no era otra sino la rabia, conocida hace milenios en el antiguo continente, pero que en este caso era transmitida por murciélagos hematófagos, además de perros, lobos o zorros.


    En México, entre 1944 y 1945, el doctor Téllez Girón (1944) demostró que la enfermedad, conocida también en nuestro país con los nombres de huila, tronchado o renguera (dependiendo de la región) era igual a la peste das cadeiras del Brasil, y que correspondía a la rabia ancestral, como había descrito Queiros Lima. ¿Quién iba a decir en aquellas épocas que actualmente, en los albores del siglo XXI, contamos con evidencias de que la rabia tiene su origen precisamente en los murciélagos, y que de ahí pasó a los carnívoros terrestres, los animales que se describieron primero como la raíz de este mal?


    Álvaro Aguilar Setién y Nidia Aréchiga

    Identifique el resumen del texto.

  • Lea el poema y responda.

    Soneto


    Esta tarde, mi bien, cuando te hablaba
    como en tu rostro y tus acciones vía
    que con palabras no te persuadía,
    que el corazón me vieses deseaba;
    Y amor, que mis intentos ayudaba,
    venció lo que imposible parecía,
    pues entre el llanto, que el dolor vertía,
    el corazón deshecho destilaba.
    Baste ya de rigores, mi bien, baste;
    no te atormenten más celos tiranos,
    ni el vil recelo tu quietud contraste
    con sombras necias, con indicios vanos,
    pues ya en líquido humor viste y tocaste
    mi corazón deshecho entre tus manos.


    Sor Juana Inés de la Cruz

    ¿Cuál es el resumen del soneto de Sor Juana Inés de la Cruz?

  • Identifique las palabras que establecen una relación de causa y efecto.

  • Completa la ANALOGÍA

    AGUA es a SED como MEDICINA es a
  • Identifique las palabras que establecen una relación de parte y todo.